“Tarqui de playa…,
de hoteles… de los amigos... de gente sencilla sepultada en su trabajo”. En
este, que era el corazón comercial de Manta, ahora solo quedan ruinas de
edificios y montañas de escombros y retroexcavadoras.
Siendo las 07H00 aproximadamente
empezó el recorrido por lo que en algún tiempo fue la zona comercial de Tarqui.
Todo era vacío,
lotes, centros comerciales, casas desoladas, hoteles cuarteados, por otro lado,
hombres trabajando y unos cuantos moradores caminando por el sector.
Pasar por aquel
lugar trae nostalgia y muchos recuerdos para todos aquellos que conocieron la
zona comercial. El Centro Comercial Felipe Navarrete que antes era una
papelería, ahora solo queda un vacío queriendo ser remplazado por unos cuantos
contenedores.
“Mirar a un lado y
ver hoteles sin personas, mirar a otro lado observar la piscina vacía, caminar
sin rumbo queriendo encontrar una respuesta a todo lo ocurrido trae aún más
tristeza en nuestros corazones”, expresa Miriam Zambrano mientras caminaba con
una amiga rumbo al cementerio.
Los minutos
pasaban y cada vez era más triste encontrarse con personas que vivían ahí, ya
que, aunque ya sean casi dos años del terremoto aún tiene el momento presente y
viven con el temor de que en algún momento pueda volver a pasar algo similar o
peor.
El joven Manuel
Vinuesa trabajador de contrato en la zona afectada supo decir que “aquel lote
vacío de donde antes era conocida la llamada “BAHÍA” está en proyecto realizar
un jardín o un parque cosa que aún está por definir”.
Caminando por la
calle 104, pasando por el tan reconocido lugar de calzados “LUCITA” en una
anterioridad se veía gente de compras, chicos atendiendo, niños jugando entre
otros, ahora solo están las calles vacías y hombres trabajando.
Una señora que
paso por el lugar dijo que “todos los lotes vacíos que han quedado por causa
del terremoto fueron vendidos a los chinos”, cosa que aún no es certera
simplemente es un comentario que se escuchó mientras caminaba por lo que antes
la platanera.
Es una lástima
saber que personas que viven ahí aun no cuentan con agua, ellos esperan que los
días pasen porque llega un tanquero a regalarles agua una vez a la semana por
lo menos.
El señor Milton
Chele de 43 años de edad cuenta un poco de su historia en el 16 A “yo solamente
corría desesperado buscando por donde salir”.
Todo era
oscuridad, gente atrapadas como ratas en los escombros tratando de encontrar
ayuda, hubo que tumbar paredes de casas que se había caído para poder escapar
de ahí añade Milton Chele.
Creyeron en las
promesas ofrecidas por las autoridades, pero con el paso del tiempo y de los
meses todo se hizo nada.
Ahora las miradas se dirigen hacia el futuro, a la reconstrucción y a la
reactivación de la economía; pero desde aquel momento “ya se murió Tarqui”.
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